jueves, 26 de febrero de 2009

la crisis y la necesidada de una reforma pensionaria integral Cesar Abanto Revilla

hace apenas tres meses, el gobierno argentino anunció su intención de estabilizar las AFJP(sistema privado de pensiones), proyecto que ciertamente debe pasar previamente la aprobación en el congreso de dicha nación(las AFJP darán pelea, sin duda). Hace pocos dias la superintendencia de AFP de Chile informaban que como consecuencia de la crisis financiera internacional losfondos de pensiones de dichos país perdieron cerca del 40% durante el 2008 (unos 25 mil millones de dólares).


Estas dos noticias, negativas, nos muestran como -en pocos casos- la estrecha vinculación de los fondos de pensiones a la volatidad de los mercados financieros y bursatiles internacionales puede originar, en supuestos como la crisis reciente materia de comentario, un impacto considerable en las reservas de la cuales se atenderán las prestaciones futuras de los asegurados del sistema Privado. En efecto, los problemas financieros del mundo y la caida de las principales bolsas de valores en una era globalizada impactan en nuestra economía (en mayor o menor nivel, pero la afectan, esos es indudable) y al verse golpeado nuestro mercado bursatil derivará en una inmediata reacción negativa en la rentabilidad que deberian generar las AFP. Por la ultima crisis los fondos de pensiones de las AFP en el Perú registraro una baja de 714 millones de dolares con respecto al 2007.


Como se recordará, a fines de 1992 se dictó el DL Nº 25897, que fijó las bases sobre las cuales se ha desarrollado el sistema privado de pensiones (SPP), a través de las AFP (Administradoras Privadas de Pensiones), el que permite que las aportaciones de los trabajadores (públicos o privados, dependientes o independientes) sean administradas por particulares que -por el cobro de una comision(en promedio del 1.78%)- se encargarán de buscar las mejores inversiones que permitan generar la mayor rentabilidad a dichos fondos, lo que se determinariá a futuro una mayor rentabilidad a dichos fondos, los que determinarían a futuro una mayor y mejor pensión que la se percibiría en el sistema previsional público (DL Nº19990, a cargo de la ONP)


La AFP deben invertir dichos fondos, y para ello están los instrumentos financieros y bursatiles como los bonos, las acciones y todos los mecanismos que el mercado brinda (a nivel nacional extranjero). El problema se da cuando -como en la actualidad- existe una crisis financieras que impactan a nivel global, afectando tambien los instrumentos y titulos en los cuales las AFP decirieron invertir a las empresas que estaban detras de ello. Los fondos se ven afectados, en mayor o menor proporción, dependiendo de la diversificación. En el Perú el golpe no ha sido tan contundente como en otros países, pero no puede alegarse que no ha existido una afectación. Sin embargo, más alla de discutir si el sistema de reparto tradicional (administrado por el Estado) o el de capitalización indivudual de las AFP es el mejor, lo cierto es que parece el momento propicio para retomar una materia que quedo pendiente a mediados del 2005, tras la STC Nº 0050-2004-AI/TC que reconocio la validez del proceso de reforma de la constitución de 1993( aprobado por Ley Nº 28389 y complentado por la Ley Nº 28449): la restructuración del sistema pensionario peruano.


En efecto, si bien coincidimos en que el sistema de reparto presenta deficiencias (tanto factores internos como externos), el modelo de capitalización individual ha mostrado también fallas que han llevado incluso a Chile (el padre de la reforma) a plantear a inicios de este año la implementación de una serie de medidad destinados a remplantear toda su estructura previsional, partiendo del plan multipilar esbozado por el Banco Mundial desde 1994 (ver Ley Nº 20255). En el Perú tambien ha sido puesto en revisión, como pocas veces, con la aprobación de entidades tan contrarias como el Ministerio de Economía, la Defensoria del Pueblo y la propia CGTP.


El modelo plantea la existencia de un sistema único al cual aporten todos los trabajadores (sin excepción) siendo dividida la cotización mensual (por ejemplo, 15%) en dos partes, la menor de las cuales (digamos el 5%) sería administradas por el Estado bajo el sistema de reparto y sirviría para garantizar el pago de una pension minima o básica; la mayor de las partes ( el 10% restante) sería administrado por las AFP bajo la capitalización individual y serviria como el complemento de la pension minima. De esa manera, todos los trabajadores tendrian garantizados su pensión mínima vital mensual, complementadas con el aporte efectuado a su cuenta individual, la cual sería de mayor o menor proporción dependiendo del empleo desempeñado por cada uno. Que somos diferentes en un plano socioeconómico es innegable, pero podemos buscar mecanismos que aseguran que en el futuro podamos tener una pensión que garantice nuestras necesidades básicas.


Las secuelas de la crisis financieras internacional deben servirnos de lección, no para tomar medidas similares a la Argentina, pues en el Perú el SPP ha mostrado tener una mejor cabeza ( y muñeca) para capear el temporal, pero no esperemos que en el futuro una nueva crisis financieras nos golpee de muerte: debemos retomar de manera difinitiva el camino de la reestructuración integrañ del sistema de pensiones peruano sobre la base del modelos señalado, dejando de la nuestra preocupación en los inmediatos (reforma parciales o la libre desafiliación). Llegó la hora de dejar de concentración en un solo árbol y empezar a mirar el bosque en su totalidad.



César Abanto Revilla
Catedratico de Derecho de la Seguridad Social
de la Universidad Inca Garcilazo de la Vega

LA LEY
GACETA JURIDICA pag 8
1 al 31 de enero 2009

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